miércoles, 5 de octubre de 2011

Romanticismo Entre Canales. Navegando Por Venecia, Murano, Burano y Torcello

Siempre quise conocer Venecia, desde niño cuando vi un documental quedé encantado. La idea de una ciudad que tuviera canales en vez de calles y lanchas en vez de autos, sumado al acervo artístico y la complejidad de tener construcciones en un lugar así me maravilló.

En su minuto entendí que todo esto fue fruto de inundaciones, pero parece que en mi cabeza pueril mezcle la historia antigua con inundaciones recientes, lo cierto es que fue hecha sobre islas, muchas pequeñas islas, con terrenos un poco pantanosos y canales  que se formaban en estos archipiélagos, y que ha sido victima si de un par de inundaciones con algunos daños considerables en su historia reciente.

Desde nuestro hospedaje en Mestre llegamos a Venecia, y la sensación es la de estár en un lugar único, toda una experiencia en si misma difícil de describir. Ya desde la idea de atravesar las calles por puentes y tomar locomoción colectiva en grandes vaporettos o privados taxis acuáticos, cambia la manera de pensar el mundo, esto antes de ver nada. Luego, al empezar a adentrarse en los canales, impresiona su arquitectura e ingeniería. Montar un palafito en Castro es una cosa difícil (sobre todo considerando el clima chilote), pero montar palacios en zonas pantanosas es un desafío al sentido de realidad.

  

En Venecia tienes distintas opciones, puedes recorrer canales, iglesias, museos, seguir rutas gastronómicas, tours de compras sea de souvenir como de tiendas de ultima moda, o simplemente entregarte a recorre sus calles (sí hay calles peatonales) y crear en el camino tu propia historia romántica. Nosotros nos dedicamos principalmente a esto último.

Cuando paseas por las calles, es difícil decidir a donde mirar, todo parece un cuadro digno de colgar en la sala, finalmente y especialmente si vas en pareja, lo mejor es tomarse de la mano y avanzar. Los canales que se adentran en los barrios acompañados de laberintos de aceras y puentes invitan a seguirlos perdiéndose en el interior, todo esto enmarcado por casas y edificios de fachadas descuidadas que armonizan con la escena.  El entramado hace posible que se recorran todos sus principales barrios a pie, tarea que hicimos y es del todo recomendable, la Plaza de San Marcos es impresionante y bien vale la pena dedicarle un tiempo, pero cuando te alejas algunas cuadras aparece una ciudad más apacible y disfrutable.
Venecia

Tomar una góndola es sin lugar a duda un imperdible, dicen que se puede negociar con lo gondolores, pero luego de un par de intentos recordé por que soy psicólogo y no comercial. Finalmente tomamos una góndola que ofreció una ruta por quien sabe donde, pero la ruta es lo de menos, es el paseo lo que importa, esto fue toda una experiencia que da par otra página completa, o mejor aún contarla con un vaso lleno.

Desde Venecia, seguimos con Murano. Este lugar un poco más tranquilo se parece bastante en una menor escala, y su atractivo principal son los talleres y tiendas del famoso Cristal de Murano. Los artesanos fueron exiliados durante el día a estas islas un poco más alejadas por el peligro de sus hornos. Vale la pena recorrer, y ver a alguna maestro convirtiendo vidrio caliente en figuras todo indole, trabajo realizado a mano alzada tan naturalmente que parece que fácil. Ahí animales de cristal que mientras los vi en la vitrina me seguían pareciendo un adorno recargado tomaron una belleza diferente, aun los pondria en mi mesa de centro, pero tienen todo mi respeto. La oferta es muy amplia para quien quiera comprar o mirar algunos inalcanzables, hay tiendas de diseño y calidad artística que son admirables.

De Murano saltamos a Burano. Siempre siguiendo la lógica de los canales, repite la estructura pero en una relación aun más pequeña. Es un lugar encantador que pasados dos filtros de turistas, aparece muy tranquilo e invita a caminar despacio y sentarse tomar algo o simplemente disfrutar de la sombra de algún árbol, ya que aparecen aquí en algunos sectores pequeños parques y casas con patio. Ahora, lo que más llama la atención es que a diferencia de Venecia y Murano, todo se llena de color. Desde la pintura de las fachadas hasta las ropa que cuelgas de las ventanas todo confabula para hacer un arcoiris que rodea su sistema de canales. El atractivo es tal, que creo que varias fotos que se ven alusivas a Venecia, son tomadas en Burano.

Burano

Finalmente llegamos a Torcello que ya es un lugar prácticamente deshabitado. Es la versión rural de Venecia, de urbanización reciente en sus aceras pero respetuoso con el entorno, es un lugar campestre,  de predios agrícolas o de agrado con buena parte sin uso aún. Ideal para llevar un libro, sentarse en el pasto al lado de un canal y pasar el día como si se estuviera a muchos kilómetros de distancia de unos lugares más turísticos que existe.

Se que se considere el romonticisimo como movimiento cultural que se revela contra lo establecido y la razón, o a su acepción en el plano sentimental, es probablemente como dijo Andrea, el lugar más romántico del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario